jueves, 28 de abril de 2011

Mundo de Piedra: Costa Quebrada

"Con las piedras, con el viento hablo de mi reino. Mi reino vivirá mientras estén verdes mis recuerdos. (…). El viento no escucha. No escuchan las piedras, pero hay que hablar, comunicar, con las piedras, con el viento. (José Hierro)."



Me gusta pensar que detrás de todas las imágenes hay una historia, no tiene porque ser una buenas historia, pero todas las imágenes quieren contarnos algo. Si además visitamos un lugar que tiene una historia que contar el trabajo resulta bastante más sencillo.



Situada en el litoral cantábrico Costa Quebrada nos muestra de forma excepcional el resultado de una eterna lucha entre la tierra y el mar. Aproximadamente 100 millones de años de constante lucha han dado lugar a una serie de formaciones de fenomenal belleza. En aproximadamente 5km. de ese litoral encontramos islas, istmos, acantilados, ensenadas, playas… que realmente consiguen transmitirnos esa sensación de estar rodeados por un ambiente realmente único.
Por desgracia, de un tiempo a esta parte este litoral ha sufrido la potencia destructiva de otro "elemento" bastante más agresivo que el mar. La huella humana se está haciendo cada vez más patente -tanto fuera como dentro del mar-, ocupando sus prados con grandes complejos urbanísticos que desvirtúan el medio y provocan un gran impacto visual y paisajístico, vertiendo sustancias químicas al mar afectando a sus acuíferos naturales y destruyendo parte de su fauna y flora. Desde aquí mi apoyo -y mi ayuda si hiciera falta- a todas aquellas personas que están trabajando para que un rincón de tal belleza pueda mantenerse lo más virgen posible.



Pero no es solo ésta la historia que os quiero contar. Lo otra, mi historia, comenzó mucho -muchísimo- después. Hace aproximadamente seis meses visité por primera vez Costa Quebrada, fue en un recorrido de unos 15 días por la cornisa cantábrica. Los tres días que pasé allí se me hicieron cortos y en cuanto volví, tomé la decisión que volvería, aunque fuesen menos días, a disfrutar solo de aquel rincón.
Durante estos seis meses han sido bastantes horas de planificación; tener claro que playas iba a visitar, cuales se ajustaban mejor al amanecer o al atardecer, en que punto me encontraría las mareas, a que hora amanecería o anochecería, por dónde saldrá el sol, y mucho más próximo al viaje tener claro como estaría la "meteo". Como podéis ver la fotografía de paisaje es una disciplina que depende de tantas variables que dejar al azar algo más que el hecho de llegar al lugar y apretar el disparador, me parece una osadía. Afortunadamente, la era informática nos permite poder acotar bastante el marco de trabajo y, desde luego, es una herramienta que debemos aprender a aprovechar.



Me centré en tres playas: Portio, Somocuevas y La Arnía. Las tres de extraordinaria belleza y con características bastante distintas, aunque con aspectos comunes. Las dos últimas son playas básicamente de amanecer, mientras que Portio te permite fotografiarla a la salida y a la puesta del sol. Además, Portio comunica por el camino del litoral con La Arnía, a no mucha distancia -ni en espacio ni en tiempo- lo que hacía que fuese un destino ideal y habitual para muchas salidas. Somocuevas se encuentra algo más apartada, tenía en mente algunas imágenes del lugar -sobre todo una de Urtzi Vera y otra de Enrique Fernández Ferrá-, desde luego la idea era poder hacer algo similar en belleza pero distinto en aspecto. Difícil cumplir ambas premisas, jejeje… pero bueno, no está mal ser ambicioso si no se hace daño a nadie.
Disfruté infinitamente más de estos cuatro días que de los tres que pasé en verano -y eso que ya me dejaron un buen sabor de boca- por un simple motivo, no me impuse ninguna presión. Sabía que iba a un sitio precioso, pero mil veces fotografiado. En verano me obsesionaba conseguir una foto única, ver aquello que nadie había visto… una misión imposible. Esta vez simplemente quería hacer fotos… las fotos que me gustasen, las que me pidiese el lugar… y bueno, aquí os dejo lo que me traje.



Para acabar quiero acordarme Jorge Otero y Gustavo Gutiérrez, compañeros de fotonatura, con los que tuve la suerte de poder pasar una tarde más que amena. Hablando de fotografía sí, pero de muchas más cosas… que es lo que hace realmente grandes a estas vivencias. A ambos que os vaya muy bien con vuestros respectivos proyectos, fotográficos o no. También un recuerdo para Rafa Riaño, compañero de Flickr que conocí por aquellos acantilados y con quien también disfruté de agradables conversaciones. Espero que estemos en contacto para próximas "aventuras", jejeje…



Por último, una aclaración, que ya me he encontrado en situaciones comprometidas por "temas así". La fotografía vertical de Portio y la fotografía -también vertical- de La Arnía, están basadas -copiadas, inspiradas, plagiadas… como le queráis decir- en encuadres similares y anteriores de Enrique Fernández Ferrá y Asier Castro de la Fuente, respectivamente. Me gustaría que lo interpretaseis más como una muestra de admiración y respeto, que como un intento de robar nada… de todos modos, si os molesta me lo comunicáis y procederé a la eliminación. Muchas gracias.

viernes, 1 de abril de 2011

Gente... normal

"Lo que me hace diferente, es lo que me hace... normal"



La gente se sorprende de que me despierte a una hora normal. Buscando un amanecer normal, con colores normales, con una luz normal...
De que me guste viajar a sitios normales, con una vistas normales. Cargando pesados trastos normales. 
Que suela nutrirme de forma normal. Pan normal y agua normal... a veces alguna otra cosilla, también bastante normal.
 No se explican porque subo y bajo por sitios normales, con piedras normales y cascadas normales.
 No entienden que duerma en un saco normal, bajo un cielo normal, con un frío normal. 
Que aguante una lluvia normal...o me adentre en un bosque con una niebla normal. 
Les extraña que corra como un loco cuando llega un atardecer normal, con sus rojos normales y una nubes normales.
 Y que después de todo esto me vaya a dormir a una hora normal, para tener que despertarme y volver ...a mi vida común.








Quizá algún día me plantearé tener un hobby más normal... 
...de momento seguiré haciendo fotos. Buenas Luces.